Martes 18 de Octubre de 2022
La adecuación de los Presupuestos
a su esencia constitucional
No me cansaré en este blog de
contraponer los actos de los poderes públicos a la Constitución para, modestamente,
dejar expuesta mi opinión sobre su adecuación o no al texto constitucional.
El proyecto de Ley de Presupuestos,
que ya sé, y máxime con este Gobierno, es una manera de iniciar una negociación
que debería estar prácticamente terminada al llevarlos al Parlamento, ha sido
atacado desde distintos ángulos por la prensa y, lo que es más importante, por instituciones
de enorme peso en la vida social, económica y política de este país, que nos advierten en términos
generales que son “irreales”. Hoy mismo la prensa recoge las críticas de la Autoridad
Independiente de Responsabilidad Fiscal (vid. por todos www.cinmcodias.elpais.com).
Pues bien, para cumplir con el
mandato del art. 31.2 de la Constitución, los Presupuestos, que son el mecanismo
de cuantificación y distribución del gasto público, deben hacer una “asignación
equitativa de los recursos públicos”, lo que es ontológicamente
incompatible, tal como dicen las autoridades y organismos que han censurado
este proyecto de presupuestos, con partir para su realización de unos datos económicos
conscientemente irreales, falsos, inventados o, en el mejor de los casos,
claramente voluntaristas. No se trata tan sólo, como dice la prensa o esos
organismos, de que se priva de “potencia a la planificación económica”, o de que
“se debilita la función que tienen de rendir cuentas”, o que no sirven para
salir de la crisis, sino también, lo que es importante desde nuestro punto de
vista, de incumplir con la idea que el constituyente tiene de los presupuestos, que no es salvar políticamente la legislatura sino asumir la idea constitucional
de Justicia en el gasto público.
Valentín Cortés