Viernes 7 de Marzo de 2025
La cesión de la inmigración a
Cataluña y su futuro examen en el Tribunal Constitucional (TC)
Con la proposición de ley sobre inmigración
que afectaría a Cataluña se abre un “proceso” que ya hemos visto en otras
ocasiones y que parece que está como “protocolizado”, pues se repite casi
miméticamente lo que ya ha ocurrido con otras leyes que se han aprobado bajo la
coacción política del independentismo y que están pendientes de que se nos diga
por el TC si son o no constitucionales:
-por una parte, se abre un debate político
que podríamos denominar de “acomodación social a la nueva regulación”, en el
que no voy a entrar;
-y, por otra, que es lo que nos
interesa, se empiezan a emitir señales de cómo la ley futura forzará y violará la
Constitución, pero sin que ello tenga consecuencia alguna adversa (partimos,
como lo hacemos, del hecho cierto de que la materia objeto de nueva regulación
chocará con aquella); esas señales (ayer señalábamos dos, pero irán saliendo en
los próximos días) “requieren” todas ellas de un “esfuerzo” interpretativo
legal y constitucional que haga posible mantener el acomodo en la Constitución de lo que es
anticonstitucional. Y es aquí donde los proponentes de la nueva ley parecen que
confían descarada y totalmente en la tesis que ahora se defiende, en el seno
del Tribunal Constitucional, de la llamada jurisprudencia creativa para adaptar,
mediante sentencias ad hoc, la Constitución a los tiempos cambiantes que no previeron
los constituyentes, y todo ello (se nos dice y se nos vende) con la “ventaja adicional”,
de que no sea necesario modificar la Constitución.
Pero, en este caso, pudiera ser que
las dificultades sean mayores dada la doctrina, tantas veces defendida por el Tribunal
Constitucional, sobre lo que significa materia de competencia exclusiva del Estado.
Si se está atento a los “mensajes” en las declaraciones de los interesados ya
se observan indicios de lo que digo.
Valentín Cortés