Viernes 24 de Febrero de 2023
Los buenos resultados económicos de la eléctricas y
bancos y sus consecuencias fiscales
Todos estos días la prensa, fundamentalmente
la económica, está publicando los resultados de las grandes empresas españolas
en el ejercicio pasado; por lo general son buenos y, en algunas ocasiones,
espectaculares. Y curiosamente, en todos los casos que se refieren a las
compañías eléctricas y a la banca, se produce la declaración de un ministro del
Gobierno que, inmediatamente, justifica el llamado “impuestazo” a los bancos y
a las eléctricas, que en estos días está siendo cuestionado ante los Tribunales.
A mí me produce sorpresa que, en ámbitos,
se supone, bien informados jurídica y constitucionalmente, como me imagino que
es el Gobierno, se acuda al argumento de los beneficios importantes obtenidos en
este ejercicio para justificar el nuevo impuesto que se ha creado. El argumento
es jurídicamente muy débil, porque, por la misma razón, en los ejercicios en
los que no haya esos beneficios habrá que pensar un sistema para compensar a las
empresas.
Realmente, el sistema impositivo no
puede depender, como ha hecho el Gobierno, de este criterio tan sumamente
coyuntural y cambiante. Por eso, la Constitución (art. 31) establece el acrisolado
criterio de la capacidad económica, que queda inspirado (dice la
norma constitucional) por los principios de igualdad y progresividad,
sin caer en la confiscación. Y es aquí, donde falla el sistema de este impuesto,
porque está bien que a más ganancias más cuota y más cantidad a pagar, pero no
se puede perder de vista la igualdad y la progresividad, que muy posiblemente
rechinan en el conjunto de nuestro sistema fiscal tras este impuesto a la banca
y a las eléctricas y no a otras personas, físicas o jurídicas, que no ven su
carga impositiva cargada con otros impuestos adicionales por el hecho de haber
tenido un buen ejercicio económico.
Valentín Cortés