Miércoles 6 de Febrero de 2019
Un grave desenfoque
Todos los periódicos y medios
informan esta mañana que el Gobierno ha aceptado la figura del “relator” (coordinador, notario,
mediador o cualquier otro término que se quiera manejar) en las conversaciones
entre partidos políticos para negociar las exigencias del Sr. Torra al Gobierno
de España, que se reducen (hoy las publica la prensa) al reconocimiento y
respeto de la soberanía catalana, distinta pues a la española.
Poner el acento del escándalo y de
la gravedad del tema en ese factor es olvidarse de que las conversaciones con “relator” se celebrarán con el fin de
negociar la soberanía catalana (esa
es la exigencia central del Sr. Torra, basta leer el texto que publica la
prensa). Como el fin que se pretende negociar es radical y esencialmente
contrario a la Constitución, mucho me temo que las negociaciones, no es tanto
que sean absurdas, sino que en sí mismas pudieran ser constitutivas de delito,
ya que lo único posible, constitucionalmente hablando, para conseguir el fin
del Sr. Torra es promover la modificación de la Constitución por el camino constitucionalmente
establecido en normas que no están a la disposición de nadie y que, en
consecuencia, no son posible objeto de negociación. Pudieran, pues, entenderse
tales conversaciones, con “relator” o sin él, como una conspiración para
quebrar el orden constitucional.
Valentín Cortés