Martes 29 de Septiembre de 2015
La Justicia, ¿lenta pero inexorable?
Hoy escribo bajo este título porque
toda la prensa digital recoge, en las primeras noticias, dos decisiones de la
Justicia: llamar a declarar al Sr. Mas, como encausado por el “referéndum” del
9 de Noviembre pasado; y la celebración de la vista del recurso de casación por el caso Prestige. La querella contra el
Sr. Mas se interpuso hace ya más de once meses; la del Prestige, hace más de 10
años.
El título que es escogido para esta
“entrada” no es ya acertado, si es que lo fue en algún momento. Una Justicia lenta no es tal, porque llega, en la dirección
y contenido que sea, cuando se puede pensar que pierde su eficacia social. El referéndum
ilegal, en su caso, se debería haber penado a los pocos días o pocas semanas; entonces,
habríamos tenido una Justicia jurídica y socialmente eficaz. Ahora, casi se podría pensar por algunos que
no va a ser inexorable, porque se ha
esperado incluso a que termine otro fraude, como es el de las elecciones plebiscitarias,
para que la acción de la Justicia no “interfiera” en eso que han llamado
plebiscito. ¡Muy grave que se pueda pensar eso!
De otro lado, que ahora el Tribunal
Supremo decida sobre la sentencia que se dictó hace años en el tema del Prestige
es cuando menos un insulto a la certeza y seguridad jurídicas, por lo que da
igual que sea inexorable.
Valentín Cortés