Martes 7 de Noviembre de 2017
La unificación de las causas por el
desafío secesionista.
Observo, en cierto sector de la prensa
digital, una tendencia creciente a plantear la necesidad de que las causas por el
desafío secesionista se reunifiquen y que, en consecuencia, las asuma el
Tribunal Supremo. Recuerdo que esta diversidad de causas viene impuesta por la
disparidad de personas que han intervenido en los hechos criminosos y por los
diversos aforamientos que confluyen en ellas. En cualquier caso, no sé si esta
creciente tendencia esconde deseos políticos aun no confesados o, si queremos
decirlo de otra manera, “vértigos” por lo que pueda deparar la actuación de la
Justicia en determinados casos. De algo de eso ya hemos hablado.
Desde el punto de vista procesal, aunque
sólo sea para evitar contradicciones lógicas
entre sentencias (que nunca serían, y es lo grave, jurídicas), parece deseable que todas esas causas las conozca un
mismo órgano judicial que, por fuerza y por Ley, tiene que ser el Tribunal
Supremo.
Pero obsérvese, en primer lugar,
como ya dije en su momento, que los hechos que le imputan al Gobierno catalán no
son los mismos que han llevado a cago los integrantes de la Mesa del Parlamento,
aunque puedan ser calificados penalmente de la misma manera. En segundo lugar, no
veo ni siquiera la posibilidad de contradicciones lógicas en fase sumarial,
pues aquellas sólo se dan en la sentencia que se pueda dictar en el juicio. Y,
en tercer lugar, no se pierda de vista que la causa en el Tribunal Supremo es en
una única instancia, mientras que la seguida en la Audiencia Nacional admitiría
recurso. Desde el punto de vista del Tribunal Europeo, no me parece muy
adecuado privar por razones de oportunidad
jurídica, a alguno de los acusados del derecho al recurso. ¡Nada digamos,
si lo que se observa a la postre es oportunidad
política!
Valentín Cortés