Jueves 16 de Abril de 2020
Mi grito particular de hoy
El Consejo General del Poder
Judicial, según mi opinión, está sesteando, si es que se puede hablar de esta
manera.
El Derecho nos rige para darnos certeza y
seguridad en nuestra variadas y múltiples relaciones sociales y personales
y, posiblemente, sólo los muy mayores de nuestra sociedad han vivido, con nuestra
guerra, una época con menos certeza y seguridad que la que ahora disfrutamos: económica
(por supuesto), social (también por sabido) pero lo realmente perverso es que
hoy empieza a no haber certeza y seguridad jurídicas, que ellos, a su manera,
tenían.
El Consejo del Poder Judicial, que mantiene
al aparato judicial prácticamente cerrado, no se da cuenta que lo único que nos
queda en estas épocas de crisis es tener certeza y seguridad de lo que es el Derecho
y eso, sólo, lo da el Juez al que acudimos para que reestablezca el Derecho
previamente dado. Nada de esto tenemos ahora; es más, sufrimos una clarísima invitación
en la sociedad a no cumplir con nuestras obligaciones (y no me refiero a las
que nos imponen todos los días por órdenes ministeriales, llenas de contradicción
y ocurrencias), a no someternos a los compromisos, o a violar impunemente lo
previamente establecido: la crisis lo facilita todo.
Por eso, mi grito hoy tiene que ir
dirigido al Poder Judicial, para que despierte y se preste a reconocer, tal
como le impone el art. 24 de la Constitución, el derecho a la tutela efectiva
de nuestros derechos e intereses frente al Estado y frente a los demás
ciudadanos: ¡pongan a los jueces y tribunales a funcionar!
Valentín Cortés