Viernes 12 de Junio de 2020
La grandeza de la Justicia
Toda la prensa ha publicado el
archivo de las actuaciones instructorias penales sobre la autorización, del Delegado
de Gobierno en Madrid, de la manifestación del 8 de Marzo pasado. Había indicios
de criminalidad, pues era difícil e irracional creer que un Delegado de Gobierno
en una Comunidad Autónoma no fuera consciente de las posibilidades de contagio
del coronavirus por la proximidad física de las personas en una reunión de
masas el 8 de Marzo, y esos indicios eran suficientes para abrir una investigación
penal.
Había, pues, la posibilidad de que
no fuera así y la Juez lo investigó.
Esta Juez, después de grandísimos
ataques ajurídicos de la Abogacía del Estado y de la Fiscalía del Estado, ha realizado
diligencias probatorias, a la que se oponían esas partes procesales, y ha llegado
ahora la conclusión, valoradas esas diligencias probatorias, de que ese Delegado
del Gobierno no era consciente de la gravedad del contagio por proximidad. Y
como lógica consecuencia jurídico-penal, de aquellos indicios penales de
criminalidad ha pasado a la declaración de que no hay pruebas que demuestren
que ese señor conocía y era con consciente de que la decisión, de autorizar la manifestación,
que había tomado era injusta e ilegal.
Esa es la grandeza de la Justicia
y la miseria de las acusaciones que la Justicia ha sufrido hasta ese
momento, acusaciones sectarias y ajurídicas.
Pero no se olvide que la responsabilidad
penal nada tiene que ver, como hemos venido repitiendo muchas veces en los últimos
días, con la responsabilidad civil o administrativa.
Valentín Cortés