Jueves, 23 de Enero de 2013
Alea iacta est
Para el Juez Silva. Desgraciadamente lo dijimos desde el primer
momento en que empezó a tomar medidas de seguridad, que afectaban a los
derechos fundamentales (la libertad, por ejemplo) del Sr. Blesa. Y desgraciadamente
no nos hemos equivocado.
Toda la prensa recoge hoy que se ha dictado el auto de apertura del
juicio oral contra este juez por un delito continuado de prevaricación, por dos
contra la libertad individual y uno por retardo malicioso en la administración
de justicia. El juicio contra este juez se sustanciará en el Tribunal Superior
de Justicia de Madrid. He leído el auto en www.elmundo.es
El Sr. Silva es inocente mientras no se demuestre lo contrario y para
eso está el juicio, pero tiene el triste record de haber sido imputado
formalmente y de ser juzgado por nada menos que un delito continuado de prevaricación
y otros dos más, que afectan, los cuatro, a la esencia misma de la condición de juez.
De esto es responsable, sin duda, el Juez Silva, pero lo es, y mucho,
el Consejo General del Poder Judicial y el propio Tribunal Superior de Justicia
que han permitido este estado de cosas que, presumiblemente, venía de muy lejos;
porque es muy difícil creer que un Juez pueda perder de pronto su esencia.
Valentín Cortés