Jueves 2 de Marzo de 2017
El
Fiscal General en el Congreso
La lucha política hace comprensible
que el Fiscal General haya tenido que acudir al Congreso, Comisión de Justicia,
para dar cuenta sobre el tema de Murcia, donde ha habido relevos en la Fiscalía
y el Fiscal no ha acusado al Presidente de la Región en un asunto que es de
gran trascendencia política en la zona.
Hasta ahí todo es normal, teniendo
en cuenta que el Fiscal es nombrado por el Gobierno, con posterior aprobación del
nombramiento por el Congreso. Lo lógico es, pues, que le hagan exámenes desde
el punto de vista político.
Pero, yo creo que los políticos no
le hacen un favor al sistema democrático si (esto ha ocurrido siempre) se pone
en duda la total autonomía funcional del
Fiscal General del Gobierno. Por eso, de su informe de ayer lo más destacable,
por la censura que lleva implícita hacia los políticos que le cuestionaban, fue
afirmar que las dudas sembradas por sus SS le “provocaban rabia, estupefacción e indignación”, para añadir a
continuación: “Mientras sea Fiscal
General no voy a permitir que a un ciudadano español se le acuse si no veo que
hay fundamento. Me da igual lo que se pueda pensar”.
Eso es la autonomía funcional (“promueve la acción de la justicia en defensa
de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público”, art.
124 Constitución), que ejerce de frente
al poder legislativo, judicial y ejecutivo, y eso es lo que ha querido la Constitución,
lo que pasa es que los políticos no han leído esa norma sino por apartados,
sin hilar uno con otro. Sólo cuando no ejerza sus funciones en los límites de
esa norma, cabe la censura, naturalmente, probando la violación de la norma
citada. Mientras tanto, la censura del Congreso al Fiscal sólo puede ser política y no jurídica.
Valentín Cortés