Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

 

Miércoles 8 de Noviembre de 2023

El desprecio por la Constitución

Hoy se tramitará en el Pleno del Senado la modificación de su Reglamento que, según es sabido (vid. www.europapress.es), determinará, y para eso se hace, el modus operandi de la tramitación de la Ley de amnistía. De modo que el Gobierno presentará al Congreso lo que tendría que ser un proyecto de ley como proposición de ley, en claro fraude parlamentario, para de esa manera tramitarla y aprobarla con urgencia, sin dictámenes, sin plazos alargados y prácticamente sin debates y el Congreso se lo admitirá sin problemas. Y, por su parte, el Senado, con mayoría absoluta del PP, maniobra parlamentariamente hoy para atrasar todo y discutir en profundidad. Una Cámara contra otra.

Éste es un signo más del deterioro de nuestro Estado de Derecho, que no parece tener ya su base en la división de Poderes  estatales independientes los unos de los otros como establece la Constitución; pues, ahora además tenemos un Tribunal Constitucional que, de forma continuada y sin fisuras, vota en bloques definidos, y siempre  por la constitucionalidad de algunas leyes que cualquier jurista sabe que no se adaptan a la Constitución ( la última, ayer, la de imposiciones fiscales temporales a las grandes fortunas); tenemos un Poder Judicial, maniatado hasta  ahora por el Poder Ejecutivo( y por  su brazo tonto, el Parlamento), que se ve obligado a hacer declaraciones institucionales, porque  le impiden hacerlo de la forma legal establecida, advirtiendo al Gobierno, al Parlamento y al Tribunal Constitucional que esa ley de amnistía que se quiere tramitar y aprobar de esa manera no cabe en la Constitución; tenemos una Presidenta del Congreso al servicio del Presidente del Gobierno, que ni señala fecha para la investidura, ni procura y permite la menor actividad parlamentaria normal y ordinaria. Y tenemos un largo etc, que se concreta en un Gobierno que orilla con mucha frecuencia la Constitución.

Nunca hubo una manifestación más clara, amplia y pertinaz de desprecio por la Constitución desde que la aprobamos en 1978.

Valentín Cortés