Jueves 6 de Octubre de 2016
La
ignorancia inexcusable
Decía el gran procesalista alemán del
siglo pasado James Goldschmidt que el proceso es una situación jurídica donde
existen cargas, poderes, facultades, posibilidades, expectativas y perspectivas,
todo en función de obtener una sentencia favorable.
En este sentido, los que están siendo
juzgados por la llamada trama Gürtel están inmensos en esa situación jurídica y
tienen expectativas de salir indemnes de ese proceso si se admiten las causas
de nulidad que están alegando en la fase previa del juicio oral.
La sociedad española, que tiene una
ignorancia (entiendo que excusable) en Derecho, sigue ciegamente lo que dice la
clase periodística o mediática que, en general, tiene (quiero creer que es eso)
una ignorancia inexcusable en materia procesal, y viene vituperando a esas
personas por la utilización de ese poder que les confiere la Ley de
Enjuiciamiento Criminal. Eso es como si se vituperara a un equipo de futbol por
lanzar el penalti a su favor que le ha señalado el árbitro. ¿Acaso debería
perder esa posibilidad y renunciar a lanzar el penalti?
Lo que tiene que decidir la Sala es
si la ilegalidad indiscutible, por ya juzgada, en la obtención de pruebas
iniciales en este proceso, que le costó, por prevaricación, la carrera judicial
al Sr. Garzón, contamina y en qué medida la obtención de las demás pruebas que
se han presentado o se van a presentar en el proceso. En el símil americano de “las
cerezas”, lo que habría que saber es cuántas cerezas saldrían del cesto si
tiramos de la cereza contaminada.
Negar o censurar la utilización de
esta posibilidad a los acusados es tanto como negar el derecho de defensa que
les concede la Constitución, por muy delincuentes que puedan ser.
Valentín Cortés