Viernes 15 de Octubre de 2021
El Tribunal de Cuentas acaba con una nueva manifestación del fraude a
la Ley de los independentistas.
Mi opinión firme, desde hace ya
mucho tiempo, sobre la existencia de una irrefrenable tendencia al fraude de
ley de los independentistas catalanes, se ha visto confirmada por la resolución
que ha dictado la instructora en el Tribunal de Cuentas, que ha rechazado las
fianzas prestadas por el Instituto Catalán de Finanzas (órgano de la
Generalidad catalana) para cubrir las responsabilidades de los autores ejecutores
del llamado “proceso” por gasto indebido en la llamada acción exterior.
En este caso, el fraude rizaba el rizo,
porque al no existir una norma de cubertura que permitiera formalmente dar
avales a los responsables, la Generalidad la promulgó mediante un Decreto-Ley (de
Julio del presente año) creando un llamado Fondo Complementario de Riesgos
de la Generalidad, al que naturalmente, y sin perdida de tiempo, acudieron
todos los responsables de esa acción exterior en el proceso de la
Generalidad sometido a la jurisdicción del Tribunal de Cuentas, pidiendo y
obteniendo los avales necesarios para garantizar responsabilidades que se le
exigen ante ese Tribunal.
Pero, curiosamente, los fraudes a
la Ley son fáciles de desmontar: basta poner de manifiesto (cosa que ha hecho
la Instructora) que la norma de cubertura (esta vez creada ad hoc) es imposible
aplicarla haciendo de ella una interpretación que contravenga el Ordenamiento Jurídico.
A la Instructora le ha bastado (por lo que recoge la prensa) con echar mano del
art. 3 del Código Civil (interpretación de las normas legales según el contexto)
para manifestar que dicha norma no se puede desligar de la coherencia interna del
sistema de indemnidad del agente público y que, por tanto, ese Fondo no puede
avalar responsabilidades originadas por conductas dolosas, o realizadas con
negligencia o culpa grave. Pero, la tendencia al fraude los llevó a querer
garantizar la responsabilidad frente al Estado con dinero del Estado, y, para
rizar el rizo, creando la norma que aparentemente lo permitiera.
Valentín Cortés