Viernes 8 de Septiembre de 2017
Los
resortes del Estado
La aprobación en esta pasada
madrugada de la llamada Ley de la desconexión jurídica por el Parlamento
catalán es, podemos decir, como la segunda parte del bodrio de ilegalidades del que hablábamos ayer. Me imagino que
vendrán otros actos ilegales de las instituciones catalanas para seguir
rellenando ese bodrio.
Nuestra opinión hoy enlaza con la
de ayer y, por tanto, no perdemos de vista que lo que quiere el
independentismo, curiosamente, es poder decir que la “ley” le ampara en sus
actos. Es aquí donde el proceso falla de inicio. Veamos:
La reacción del Estado a esa
primera parte se ejecutó en menos de 24 horas y lo más importante es que ya no
existen dos legalidades, pues el Tribunal Constitucional ha suspendido la
vigencia de la espuria. Nadie puede, pues, ampararse en una legalidad,
inexistente por ahora en el ordenamiento jurídico español, para llevar a cabo
actos permitidos por ella.
Hoy, me imagino el Gobierno
presentará recurso contra esa paradójica (¡ se han fijado en el titulo!) Ley de
desconexión jurídica y el Tribunal Constitucional la suspenderá tras admitir a trámite
el recurso del Gobierno.
Esto, que puede parecer baladí, es,
por contrario, esencial y permite terminar con la ambigüedad que podría ser aprovechada
por quien tiene que elegir desde ahora, no entre dos legalidades ambas vigentes,
sino entre la legalidad y su violación, con las consecuencias económicas,
administrativas y penales que ello conlleva. Por eso, en el discurso de ayer,el Sr. Rajoy hizo bien en poner énfasis en la situación de los funcionarios y autoridades.
Valentín Cortés