Jueves 10 de Noviembre de 2022
El desastre en la frontera de Melilla
Dado la alta y radicalizada politización
que existe en el tema, me parece innecesario decir que no sé si, en el desastre
humano de la frontera de Melilla, del que ahora se ocupa intensamente la clase
política (vid. la prensa de hoy y de estos días anteriores), los fallecidos y
heridos se ocasionaron al otro lado de la valla, en territorio marroquí, o si
por el contrario esas muertes se produjeron en territorio español. El tema ha
entrado en fase judicial desde el momento en que la fiscalía ha iniciado una investigación,
solicitando información gráfica de los acontecimientos.
Si el tema de judicializa, tal como
parece que va a suceder tras la investigación del Ministerio Fiscal, es
evidente que las muertes y las lesiones o daños se observarán desde la
perspectiva del Derecho. Y en ese campo será difícil soslayar que, en todo
caso, 1) los policías y guardias civiles actúan bajo ordenes concretas de las
autoridades competentes;2) que todo indica que esas muertes y lesiones se producen
en el asalto a la frontera;3) que todo Estado tiene obligación de defenderla,
como esencia y exigencia misma del
Estado de Derecho, que obviamente funciona de forma exclusiva en un determinado
territorio en el que hay que cumplir una determinada legislación que hay que
preservar; y 4) que por eso mismo la defensa de las fronteras y del territorio
nacional se debe realizar con respeto al Derecho y siempre, como toda violencia
y coacción estatal que puede conllevar, de forma proporcionada al peligro
existente.
Como se comprenderá, todo esto está
muy lejos, al parecer, de lo que en este momento está en la mesa de discusión política.
Valentín Cortés