Viernes 2 de Febrero de 2018
La
utilidad del Tribunal Constitucional
No son pocas las voces que hemos oído,
desde hace ya muchos años, en torno a la inutilidad de tener un Tribunal
Constitucional en nuestro ordenamiento, afirmándose que bastaba con una nueva
Sala en el Tribunal Supremo.
Es evidente que, en estos últimos años,
dada la crisis territorial catalana, se ha demostrado la utilidad del Tribunal,
tal como está concebido, para defender valores
inamovibles de la Nación (su unidad) y que, por consiguiente, podríamos decir
que el prestigio del Tribunal ha subido muchos grados en la apreciación de la sociedad
española.
Hoy la prensa recoge la noticia de
que el Tribunal ha anulado la ley vasca que establecía la jornada laboral de
los funcionarios vascos en 35 horas. Sentencia que se añade a la que hace poco
dictó en relación con la autonomía andaluza en los mismos términos que aquella.
Parece obvio que, quitando a los
funcionarios implicados, al resto de los ciudadanos le habrá parecido que otro bien
constitucional inamovible (la igualdad) está siendo defendido por el flanco más
débil que es el de la expansión competencial de las Comunidades autónomas que
son irrefrenables en invadir las competencias exclusivas del Estado que lo son
porque, entre otras cosas, cuando legisla, legisla para todos y no para una
parte de los ciudadanos. Ahora sólo queda que el Tribunal siga en su actividad
de adecuar la realidad autonómica a lo marcado en la Constitución.
Valentín Cortés