Lunes 11 de Noviembre de 2019
La inmediata consecuencia jurídica de las elecciones
Cualquier observador jurídicamente imparcial
que examine los resultados de estas elecciones, y los ponga en relación con los
resultados de las anteriores y con sus respectivas cadencias, llegará a la conclusión
de que la Ley Electoral que rige en nuestro sistema no sirve para resolver el
problema que se pretende solucionar con este tipo de leyes: crear un sistema útil
de elección de un Parlamento que refleje la voluntad popular y que sea apto
para organizar la gobernación del país.
Las leyes están para servir a la
sociedad y no es este el caso de nuestra ley electoral, que ha demostrado que,
en las circunstancias sociales actuales (que ya duran bastantes años), la ley electoral
sirve sólo para fundamentar la fragmentación del arco parlamentario, inútil por sí misma para
conformar mayorías estables.
Para conseguir ese efecto deseado
haría falta un sistema electoral que potenciara al ganador y que diera solución
justa a la desproporcionada ventaja que tienen los partidos políticos periféricos.
Eso sólo se puede conseguir si los
partidos hoy mayoritarios son capaces de creer en estas, quizá, ilusorias consecuencias
jurídicas que extraigo de estas elecciones.
Valentín Cortés