Lunes 18 de Octubre de 2021
La reforma de la Constitución
Tanto del desarrollo del Congreso
del PSOE de este fin de semana pasado, como de las palabras del Presidente de Gobierno
de esta mañana en una emisora de radio, que son recogidas en la prensa digital,
se deduce y nos pone, aparentemente, ante un proyecto del PSOE, meditado y
serio, de reforma de la Constitución actual en temas trascendentes (Corona, estructura
del Estado, etc.).
Digo “aparentemente” porque, dados
los mecanismos de defensa de la propia Constitución, establecidos en los arts.
166 y siguientes de la misma, relativos a su reforma, ésta es imposible sin
contar con el consenso del Partido Popular, y lo seguirá siendo si la correlación
de fuerzas políticas sigue en términos parecidos en el futuro. Pero,
curiosamente, hoy ese consenso parece que no existe (léanse las declaraciones
de Casado esta misma mañana recogidas en www.elespanol.com)
Si es así, ¿Qué sentido jurídico-constitucional
tiene hablar de una reforma constitucional que es imposible? Yo creo que
ninguno, pero produce, o puede producir, un efecto reflejo de división en la
sociedad y lo que, constitucionalmente, es peor: un rechazo cada vez más intolerante
e integral del propio texto constitucional por un sector político ante la dificultad de la modificación, lo que, por la
experiencia catalana, en la generalidad de los casos, suele llevar al incumplimiento
más o menos simulado del propio texto constitucional buscando atajos y fraudes constitucionales;
si en el plano autonómico eso es grave, en el plano nacional seria letal. De
ahí, según mi criterio, la irresponsabilidad constitucional de presentar un
proyecto como el presente, sin abordar previamente su estudio serio con quien puede
coadyuvar a llevarlo a cabo.
Valentín Cortés