Jueves 15 de Octubre de 2020
Es un lugar común en la prensa,
incluso en las manifestaciones de dirigentes del PP, decir que este partido político
está bloqueando la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Y en ello
se basa la argumentación política del Gobierno para proponer y plantear la
reforma legislativa de la que hablábamos ayer.
Sin embargo, lo que ocurre en la situación
presente, que ha venido sucediendo desde los tiempos finales de los Gobiernos
de Felipe Gonzalez, es que la composición de la Cámara ha impuesto obligatoriamente,
para obtener los tres quintos de mayoría, el acuerdo del principal partido de
la oposición, sea cual sea éste, con el partido o partidos que sustentan al
Gobierno. En esta situación política, que se produce también ahora, lo que
ocurre no es que el PP bloquea, sino que el PP no acepta vocales afines a
Podemos, y este partido no quiere renunciar a esa cuota de poder y de
influencia. En definitiva: que no hay acuerdo para renovar el Consejo con las
personas que se proponen. Lo que tienen que hacer lo partidos concernidos es buscar
personas de consenso, que es lo que se ha venido haciendo tradicionalmente en todas las ocasiones de renovación.
El bloqueo es constitucionalmente
inadmisible; el desacuerdo en determinadas personas es, en esas
ocasiones, consecuencia legítima del propio sistema.
Valentín Cortés