Jueves 3 de Diciembre de 2015
El
bucle cerrado
El problema catalán casi nos obliga
a escribir y a ocuparnos todos los días de lo que dicen o
hacen estas autoridades.
Están en plena rebelión y sedición,
pero ante la respuesta del Estado de Derecho, su reacción siempre es la misma,
como muy estudiada y protocolizada y, sobretodo, falsamente civilizada: primero, sorpresa porque el Estado se empeña en
la solución jurídica; después, deslegitimación
de los órganos del Estado que aplicarán la Ley (da igual que sea el Tribunal Constitucional,
que los sea el Ministro de Hacienda); mas tarde, cuando les viene mal y se
encuentran con una decisión desfavorable, desprecio
del Derecho que contraponen al único valor que les sirve, a la Política y a eso
que llaman voluntad democrática.
Pudiera ser que no son conscientes de
que no existe posibilidad de Política fuera de la Ley, el orden constitucional
y el Derecho. Algo de eso les ha dicho el Tribunal Constitucional, pero, claro,
no olvidemos que para ellos es sorpresivo
que alguien acuda a un órgano deslegitimado
que aplica un derecho despreciable. Y siguen en el bucle; en
el malo: en el cerrado. Hasta que lo comprendan.
Valentín Cortés