Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

jueves, 20 de octubre de 2016


Jueves 20 de Octubre de 2016

La coacción que llaman escrache

Hace ya algún tiempo que en este blog abordé el tema de lo que la prensa, muchas veces irresponsable en la terminología, llama escraches.

Lo que ayer sufrió Felipe González, en la que ha sido tanto tiempo mi Universidad, no fue un escrache; fue, por el contrario, un acto de coacción colectiva delictiva que llevaron a cabo un conjunto de personas que se unieron para delinquir más fácilmente y conseguir el fin propuesto: la vulneración de los derechos constitucionales del Sr. González a decir lo que le venga en gana.

Desgraciadamente los jueces que juzgaron aquellos actos de antaño, de esos escraches que llaman impropiamente, se sintieron por lo general estrechos e insensibles jurídicamente, y aquellos inicios de coacción colectiva y delictiva fueron a la postre amparados por resoluciones judiciales intolerables desde el punto de vista legal.

Hoy tenemos los resultados delante de nuestros ojos y siento pavor pensando que estas coacciones intolerables tengan amparo, directo o indirecto, del Juzgado de instrucción de turno. Pero nunca pierdo la esperanza de que la cordura y responsabilidad judicial luzca como tiene que lucir y castigue, esta vez, penalmente, a los responsables.

Valentín Cortés

Miércoles 19 de Octubre de 2016

El desvarío independentista

El Gobierno catalán, ante la querella del Fiscal contra la Sra. Foscadell, por prevaricación y desobediencia, que me imagino que son los delitos más graves que puede cometer una autoridad en cuento tal, responde pomposamente a través de su portavoz, afirmando que a la Sra. Foscadell no la puede destituir un juez; sólo el pueblo catalán.

Ya sé que es la manifestación de un Gobierno rebelde en plena ensoñación política, pero, a lo que aquí conviene, es prueba inequívoca de la posición de un Gobierno autonómico que, por enésima vez, desprecia a uno de los Poderes del Estado, lo deslegitima desobedeciéndole, y rechaza uno de los fundamentos de la Constitución. Si a esas circunstancias unimos la violación sistemática del ordenamiento constitucional y jurídico español, no creo que la conclusión de todo este "proceso" pueda ser otra que la que venimos anunciando en este blog, que se producirá a pesar de lo que desearían los responsables del Estado: la aplicación del art. 155 de la Constitución.

Valentín Cortés

 

 

Martes 18 de Octubre de 2016

Un buen Estado de Derecho

Ante el desafío catalán independentista, que está lleno de rebelión, violación de normas jurídicas y desprecio a las instituciones democráticas españolas, hay una reacción importante, y necesariamente prudente, del Estado de Derecho.

Hoy, por ejemplo, los medios digitales de información nos comunican:

-se está tramitando el suplicatorio del Tribunal Supremo al Congreso de los Diputados para proceder penalmente contra el Sr. Homs, con la oposición anunciada de Podemos, lo que ciertamente es muy indicativo. Noticia esta que se une a la de la semana pasada, referente a la apertura del juicio oral al Sr. Mas y acompañantes, por la celebración ilegal del referéndum ilegal. Uno de los delitos es la desobediencia, como en el caso del Sr. Homs.

-Un juez de Badalona ha iniciado diligencias penales con investigación procesal de varios concejales de Badalona por desobediencia a una orden judicial de cierre de las instalaciones municipales el día de la Fiesta nacional.

-se ha anunciado la querella del Fiscal contra la Sra. Foscadell, presidenta del parlamento catalán, también por desobediencia.

Es evidente que mientras que las autoridades catalanas dirigentes estén instaladas en la desobediencia, e incumplimiento de la ley, la reacción mínima que pueden esperar es la judicial penal.

No parece, pues, muy seria e inteligente esta clase política catalana, que desgraciadamente ha emprendido un camino (el de la ilegalidad) que no puede tener nunca éxito.

Valentín Cortés