Lunes 1 de Junio de 2020
Animus necandi
Desde los primeros cursos de la
licenciatura de Derecho se enseña que, para que se pueda hablar de homicidio,
nada digamos de asesinato, se tiene que dar lo que llamamos “animus necandi”,
es decir, voluntad de matar y conocimiento de que se puede conseguir el fin
deseado con unos determinados medios que se usan o ponen en práctica. La inadmisión
a trámite de una querella contra el Sr. Simón por homicidio imprudente, de lo
que se hace eco la prensa digital de esta mañana, realmente no se debe directamente
a este requisito, pues se rechaza por incompetencia declarada del Juez ante
quien se ha presentado, pero en la inadmisión a trámite, sin llevar acabo ninguna
diligencia de investigación y sin informe del Ministerio Fiscal, late evidentemente
que acusar penalmente al Sr. Simón de la muerte, por su imprudencia, de 27.000 personas es
una sin razón jurídica que no necesita mucho tramite.
Hemos dicho en varias ocasiones, a
lo largo de esta crisis sanitaria, que el Gobierno (mando único) la ha gestionado
con gran negligencia, arbitrariedad y discrecionalidad y no menos ataque y violación
de derechos fundamentales y constitucionales de los ciudadanos. Pero, acusar de
la comisión de un delito tan grave y con tantas víctimas requiere mucho más que una mera exposición de lo que puede ser un debate parlamentario o
una tertulia televisiva, por lo que es un camino que cualquier abogado se debe
pensar mucho antes de ponerlo en práctica.
Valentín Cortés