Viernes 4 de Mayo de 2018
Hartazgo
La prensa da la noticia
de que el Gobierno presentará recurso de inconstitucionalidad contra la tramitación
y aprobación, posiblemente hoy, esta misma mañana, de la llamada Ley de la Presidencia catalana
por el Parlamento catalán. Se pretende, como siempre, aprobar una ley de cobertura con la que intentar el enésimo
fraude a la Ley y a la Constitución: designar Presidente de la Generalidad a un
ausente, por demás, fugitivo. Obviamente esa ley siempre será nula, pues va
dirigida a obtener un resultado no querido por la Constitución ni por el
sentido común jurídico ínsito en nuestro Ordenamiento Jurídico. Todo esto
significa que, al admitir a tramite el recurso el Tribunal Constitucional, la aprobación
de la ley quedará sin eficacia alguna.
Pero también significa que el
Presidente y la Mesa del Parlamento, que están advertidos por el Tribunal Constitucional
de desobediencia si dan el paso anunciado, cometerán posiblemente un delito de
desobediencia que está penado con la inhabilitación.
En este blog no nos incumbe la discusión
política de averiguar qué es lo que quieren los independentistas al dar, de forma consciente y advertida, este paso tan
absolutamente ilegal e irracional, pero sí, acaso, nos incumbe poner de manifiesto
que las posibilidades, de que, al final, se aplique otra versión más dura del
art. 155 de la Constitución, aumentan de forma considerable, pues es la aplicación
de esa norma constitucional y las del Código Penal la que reparan el daño jurídico
que se produce de forma tan reiterada.
Valentín Cortés