Jueves 4 de Noviembre de 2021
Las hipotecas y el volcán
La prensa se ha venido ocupando del
problema, ciertamente importante, de aquellas personas que han visto
desaparecer sus viviendas o negocios por la lava del volcán de La Palma y que
habían adquirido mediante un crédito hipotecario. Hoy mismo se puede ver un comentario
en www.elmundo.es.
Por supuesto no soy ajeno a la perspectiva
social, familiar y económica de la terrible y espantosa situación creada para
los propietarios por las consecuencias de la erupción volcánica, pero me
limitaré al comentario jurídico del problema creado. En este sentido creo que
es necesario tener una visión general y completa de lo que supone este tema para
las partes contratantes de un crédito o préstamo hipotecarios, y así cabe decir
que la hipoteca es una garantía real de las entidades financieras para
asegurarse el reintegro de lo prestado y de los correspondientes intereses.
Desde el punto de vista de la entidad financiera se podría decir que la irrupción
de la lava ha determinado que esa entidad financiera pierda la garantía del crédito
o del préstamo concedido. Por lo que el desastre jurídico es dual, aunque,
obviamente, de distinta importancia: los propietarios pierden su propiedad y la
entidad financiera las expectativas de una seguridad “real” de recobrar el
dinero acreditado o prestado, sin la que no hubieran prestado.
Este desastre, como otros que
impliquen la desaparición del inmueble hipotecado, de estar comprendidos en una
póliza de seguros de daños, soluciona de alguna manera el problema de la relación
hipotecaria, pues la entidad de crédito tiene preferencia sobre la indemnización
asegurada: es decir, la entidad de crédito, en principio, no sufriría perjuicios;
subsistiendo el de la gravísima perdida
de la propiedad para sus propietarios, que debe ser solucionado por el Estado
mediante la creación urgente de mecanismos de ayuda excepcional para el supuestos
de situaciones catastróficas.
Valentín Cortés