Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

martes, 18 de abril de 2017


Martes 18 de Abril de 2017 

La declaración de Rajoy como testigo en el juicio de la Gürtel.

La prensa digital de esta mañana, después de tan dilatadas vacaciones, no tiene otro asunto que merezca una opinión jurídica, que la posible declaración del Presidente del Gobierno en el juicio de la llamada trama Gürtel.

Es curioso observar cómo los medios enfocan el problema: casi todos, exclusivamente, desde el punto de vista político, siendo la idea básica que domina el que, con esa declaración, o su inexistencia, se quiere exponer al Presidente, o preservarlo (según la posición que se tenga), de lo que se podía considerar como pena (¡) de telediario, difícil de entender cuando el que declara lo hace como testigo y no como imputado.

Conviene decir que todas aquellas pruebas que son inútiles o impertinentes, es decir que van dirigidas a probar lo que ya está probado por otros medios o que no podrán probar los hechos controvertidos, no deben ser admitidas para su práctica, por la sencilla razón que el proceso es un medio concebido bajo el principio de la economía de medios, lo que los juristas llamamos “economía procesal”.

Parece, pues, que tiene razón la fiscal, quien afirma que la prueba es inútil, pues lo que se quiere probar con la intervención testifical de Rajoy ya está probado por documentos, estando igualmente probado que no tuvo participación alguna en los contratos que están sometidos a la calificación penal; siendo así su testimonio sería, además de inútil, impertinente, amén de una perdida de tiempo y dinero.

Valentín Cortés

P.S Ya firmada esta opinión, se publica que el Tribunal, por mayoría, ha acordado el testimonio del Presidente de Gobierno. No recuerdo que, en estas cuestiones, los tribunales, en algo tan sumamente técnico, hayan acordado lo conveniente por mayoría. Parece, pues, que se ha introducido, no se en que parte del tribunal, la consideración política que yo, como jurista, había descartado