Martes 14 de Octubre de 2025
La renuncia del Sr. Ábalos a
su defensa letrada y la buena fe.
Ha sido tanto y tan fuerte el
ataque, que desde el Ejecutivo se viene lanzado desde hace meses contra el
Poder Judicial, que el Sr. Ábalos (todo lo indica), como otros, lo ven débil y
ha creído y entendido que es posible utilizarlo a su conveniencia y que puede jugar
con los jueces, sometiéndolos a su capricho, a sus posibles trucos y añagazas
para sus posibles y espurias conveniencias: en este caso no declarar ante el
Tribunal Supremo y evitar posiblemente la prisión inmediata. Así, renunció a su
defensa letrada dos días antes de que se le tome declaración mañana por el Tribunal
Supremo, con todos los indicios de que se decrete su prisión por las investigaciones
de la UCO en lo que se refiere al manejo de dinero en efectivo que ha podido eludir
las obligaciones tributarias, amen de ser posible objeto de otros delitos.
Muchas veces me he referido en este blog al fraude
a la ley, en el proceso y fuera de éste, y al principio de buena fe procesal
(Ley Orgánica del Poder Judicial, art 11) y hoy leo con gozo en la prensa que
el Tribunal Supremo no admite ( precisamente por esos motivos) la renuncia del
Sr. Ábalos a su defensa letrada, que en otras condiciones normales (por razones evidentes
de defensa) hubiera atrasado la declaración, y con ello el posible ingreso en prisión
del Sr. Ábalos, pero también la posición difícil del PSOE en este tema y, lo
que es peor, el tomarse a risa al Estado, creyendo, quizá, que sigue estando a
su servicio.
Todo indica que se repite ahora inútilmente
algo similar al ya declarado “fraude de Badajoz”, cuando para obviar la competencia
de un órgano judicial para enjuiciar al hermano del Sr. Sánchez alguien fue
nombrado fraudulentamente parlamentario en Extremadura.
Valentín Cortés