Miércoles 22 de Marzo de 2023
Una moción deslegitimada por el Presidente
De la moción de censura ya hemos
puesto de manifiesto la tergiversación constitucional que supone presentarla como
sistema de propaganda política previo a las elecciones, y hacerlo mediante la propuesta
de un candidato en las antípodas políticas del partido proponente.Pues bien, de
todas las frases que se pronunciaron ayer en el debate de la moción de censura
la que más me llamó la atención fue una que emitió el Presidente de Gobierno; refiriéndose
al candidato, a Vox y al PP, dijo: “quieren elecciones ya porque no reconocen
mi legitimidad”.
Bajo mi opinión lo que dijo el
Presidente, identificando legitimidad de su gobierno con la moción de
censura, añade un dislate más a esta moción. Porque los arts. 113 y 114 de la
Constitución identifican la moción de censura con la exigencia de responsabilidad
política, que es la consecuencia de la perdida de confianza de la Cámara.
La Cámara, que por mayoría nombra Presidente, si ya no confía en su gestión política,
lo mismo que lo nombró, lo aparta de esa misión política y de ahí que el
Presidente, en esas circunstancias, deba presentar su dimisión al Rey . La
legitimidad para el ejercicio de la función de Presidente de Gobierno se pierde,
precisamente, cuando prospera la moción; hasta ese momento el Presidente lo es
con legitimidad y es indiferente que se la reconozcan o no. Lo que quieren los
que promueven la moción es precisamente que pierda la legitimidad que se tiene.
Es decir, a una visión de la moción
fuera de los criterios constitucionales de Vox y el candidato, se añade ahora por
el Presidente del Gobierno la de una moción, en el fondo, como un acto en sí contrario
a la Constitución que sería un instrumento no legítimo por el simple hecho de
su presentación. Todo un dislate constitucional difícil de superar, porque
quien deslegitima es el Presidente negando a un instrumento constitucional su legitimidad.
Valentin Cortés
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