Lunes 14 de Mayo de 2018
El Sr. Torra señala el camino a los
políticos, al Senado y a los jueces
En el discurso de investidura del
Sr. Torra hay dos afirmaciones de marcado acento antijurídico, amen de otras
muchas que podrían ser calificadas desde el punto de vista político:
De una parte, el Sr. Torra se
propone seguir el mandato que, dice, se le dio el uno de octubre que,
recordemos, fue el día del llamado referéndum. Ello implica realizar actos y
proponer nuevos proyectos de leyes que ya en su momento fueron anuladas por el
Tribunal Constitucional.
De otra, el Sr. Torra se propone
recuperar las leyes que han sido anuladas por el Tribunal Constitucional que lo
fueron por invadir competencias del Estado.
Se trata, pues, de empezar de nuevo
un “proceso” “legal-constitucional” que está abocado a ser anulado por el
Tribunal Constitucional, con las consecuencias de orden penal-personal que ello
conllevará y, sin duda, con la aplicación ex
novo del art. 155.
Dentro de este marco, yo temo que
la respuesta jurídica válida para esta situación de reincidencia no será la supresión de la autonomía catalana,
algo que es imposible dentro de la Constitución (vid. art. 2 y el propio art.
155 que permite “adoptar las medidas necesarias
para obligar a aquella- la Comunidad Autónoma- al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones”) sino la suspensión sine die de la autonomía catalana, incluido su órgano legislativo y
de control, el Parlamento.
Esto, sin duda, exigirá un gran
pacto político que, por fuerza, los partidos constitucionalistas han de
adoptar.
Valentín Cortés
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