Lunes 30 de Enero de 2017
La
presidencia futura del Tribunal Constitucional.
Traigo este tema al blog, aunque
sea de la semana pasada, porque la idea de la politización de la Justicia está tan metida en la sociedad
española, a través de la vía del periodismo, que es de notar que, prácticamente,
no ha habido una reacción de crítica y censura a la noticia de que los partidos
políticos, habiendo llegado a un pacto sobre los componentes del Tribunal, que
entrarán en la renovación por elección en el Senado, también habían llegado al
pacto de que la presidencia no podía ser para el Sr. Ollero, magistrado del
Tribunal en la actualidad.
Teniendo en cuenta que, según el art.
159.5 de la Constitución, los magistrados “serán
independientes e inamovibles en el ejercicio de su mandato” y que el art.
160 establece que el Presidente del Tribunal es nombrado a propuesta del mismo Tribunal en pleno, el grado de deterioro
jurídico del pensamiento político ha llegado a tal extremo que no ha importado,
ni poco ni mucho, a los Partidos dar a conocer esa parte de su acuerdo, a los
periodistas darlo por supuesto, y al Tribunal Constitucional no emitir una nota de protesta por la ofensa que supone,
aunque sólo sea por insinuarse la posibilidad de tal pacto vinculante.
No estará de más recordar, no
obstante, que, en una ocasión, ya se dio por supuesto un similar acuerdo político
y que los Magistrados, sintiéndose libres e independientes, nombraron a otro
magistrado distinto al que había sido señalado, lo que motivó la renuncia de
este último, que salió del Tribunal a los pocos días de ser nombrado.
Valentín Cortés
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