Jueves 12 de Septiembre de 2024
De vuelta(4)
De vuelta tengo que decir que la decisiones del Tribunal Supremo
sobre la ley de amnistía están en la línea (tanto la de la Sala como las dos del Juez
instructor Sr. Llarena, cada una en su tema) de lo que hemos venido diciendo durante
los meses anteriores sobre la inconstitucionalidad de la ley. No incidiremos, pues, en ello.
Pero hay dos cosas que, estoy
seguro, sin quererlo, han conseguido tales decisiones judiciales:
- la primera, ha puesto de manifiesto de nuevo que la técnica y el saber jurídicos y legislativos del Gobierno, sus ministros responsables, (sobre todo el Ministro de Justicia), sus socios y los que sirven al Gobierno en el Parlamento son muy deficientes, por no decir prácticamente nulos. Y esto es muy grave. Son ya varias leyes las que han emanado de este Gobierno y del Parlamento, que lo sigue, que, a la postre, no dicen lo que sus creadores dicen que dicen esas leyes(¡); en ese sentido, cualquier persona con formación y sensibilidad jurídicas quedaría realmente maltrecha si se le atribuyera la autoría de cualquiera de esas leyes( vid. en la prensa digital de ayer, el auto de resolución de los recursos de la Fiscalía, Abogacía del Estado y Sr. Puigdemont, dictado por el Juez Llarena que se ve obligado de nuevo a explicar al Gobierno y al Legislativo la deficiencia de su tecnica legislativa).
- la segunda, ha hecho muy visible la falta de respeto por el Poder Judicial que tiene el Gobierno, lo que no
tiene importancia, fuera de la constitucional ( lo que no es poco), pero pone a la sociedad española, conscientemente, ante la disyuntiva injusta de, o
bien creer que el Tribunal Supremo está dando un golpe de Estado( se dice ahora,
horteramente, líquido) o de estimar que es el Ejecutivo quien trasgrede
la Constitución de forma querenciosa, cual si fuera un toro manso arropado en tablas ( no tengo que decir que en este blog, evidentemente, no mantenemos que el Tribunal Supremo
esté contra el orden constitucional, todo lo contrario). Y más gravedad y desastre añadidos, quizá producidos por la ignorancia o por la prepotencia: el Ejecutivo
habla entonces del Tribunal Constitucional, y sus futuras decisiones en relación con la ley de amnistía, no como órgano de garantías, sino
como salvaguarda de sus intereses políticos (de esto hablaremos en los próximos días, por el daño reputacional que se le produce al Tribunal Constitucional).
Valentín Cortés
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