Martes 30 de Enero de 2024
El PSOE, el Sr. Puigdemont y los jueces
Es un hecho notorio en la sociedad española
que el Sr. Puigdemont está chantajeando políticamente al PSOE (Gobierno) con el
fin de la legislatura si no se aprueba la ley de amnistía con efectos totalmente
positivos para el primero y compañía.
La acusación de prevaricación que ayer
lanzó el PSOE contra determinados jueces, en relación con la tramitación de la
ley de amnistía, de la que hoy habla toda la prensa, no sólo es gravísima y claramente
desestabilizadora de nuestra realidad constitucional, y que podría tener trascendencia
penal, sino que es manifiestamente falsa. Obsérvese que son causas penales, a
las que se refiere el PSOE, que llevan abiertas desde hace tiempo y en las que
se investigan hechos con apariencia delictiva; de modo que no son causas judiciales
iniciadas ad hoc, para entorpecer, dicen equivocadamente, la promulgación
de una ley.
Ocurre, sin embargo, que el PSOE
está embarcado en una operación anticonstitucional de limpieza penal del Sr.
Puigdemont y de toda la compañía que le asistió en la autoría de un
conglomerado de hechos penales que dieron lugar, a la postre, a la declaración
de independencia de Cataluña, con lo que ello supone; operación ésta en la que
no se puede obviar que el Sr. Puigdemont era el jefe máximo, como se ha empeñado
en manifestar con sus palabras y sus hechos con posterioridad a aquella
declaración de independencia. De esta realidad fáctica debería partir el PSOE
antes de acusar de prevaricación a determinados jueces.
Como cada vez que surgen, en
investigaciones penales en marcha, indicios de comisión de nuevos hechos delictivos,
se añaden, si caben, nuevas evidencias, cada vez mayores, de arbitrariedad
en la amnistía que se proponen aprobar, las posibilidades de que la ley no
pase el filtro de Europa o, incluso, del Tribunal Constitucional aumentan exponencialmente.
Porque, basta elevarse sobre el terreno y observar desde arriba la actuación del
Gobierno en este tema --empezando por los indultos, y siguiendo por la eliminación
de la sedición de nuestro Código Penal y ahora la amnistía, cada vez de más delitos--
para darse cuenta de que estamos ante el mayor monumento a la
arbitrariedad de nuestra historia democrática. De ahí la calumnia como excusa
fácil frente al chantaje.
Valentín Cortés
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