Miércoles 25 de Marzo de 2020
Responsabilidad, de todos
Lo que estamos viviendo en nuestra
sociedad se puede sintetizar, desde nuestro especial punto de vista, como una situación
en donde los poderes públicos imponen a los ciudadanos una gran cantidad de
obligaciones y deberes que podemos resumir en una única, inmensa, y llena de
contenido, obligación: “quédate en casa”. Esos deberes y obligaciones vienen acompañados
por una importante secuencia de sanciones para el caso de que no se cumplan en cualquiera
de sus manifestaciones.
Las situaciones y las relaciones
en Derecho son, subjetivamente, duales o plurisubjetivas; de modo que quien impone
la obligación o el deber, no sólo tiene derechos (a sancionar, por ejemplo)
sino que asume, asimismo, cargas e igualmente deberes y obligaciones y, sobre
todo, asume, como principios de su actuación la diligencia y, los más importante,
la falta de dolo o de negligencia.
Cuando termine esta pesadilla estallará,
sin la menor duda, el debate (no sólo político) jurídico en el que los
ciudadanos exigirán cuentas judiciales a las autoridades por sus actos
no diligentes y por los negligentes y dolosos. Y basta leer la prensa de hoy (también
la de los días anteriores) para darse cuenta de que se pedirá aplicar el
principio jurídico de la responsabilidad administrativa, civil y penal, uno de los
fundamentos de nuestro Ordenamiento jurídico.
Valentín Cortés
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