Martes 19 de Febrero de 2019
El proceso no es un escenario político
Hasta ahora, los procesados por rebelión,
que han declarado ante el Tribunal Supremo, no sólo se han limitado a hacerlo
sobre los hechos y actos en los que han intervenido [art. 691 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal: “se preguntará… sobre la participación
que se le haya atribuido”( en los hechos que se enjuician)], sino que profusamente
han aprovechado cualquier ocasión ( cada
pregunta, diría yo) para verter todo tipo de opiniones o pensamientos políticos,
sociales y hasta filosóficos que, se supone, tienen que ver con los
acontecimientos que se juzgan.
Parecería baladí afirmar que lo que
juzga el Tribunal son hechos y actos
que puedan tener relevancia penal y que se atribuyan al procesado, por lo que
cualquier otra manifestación, juicio de valor, critica, u opinión no tienen la
menor relevancia procesal. Hoy el Presidente del Tribunal (www.republica.com) se lo ha
recordado al procesado Sr. Turull, lo que es tanto como recordarle la
inutilidad jurídica de esa línea de defensa adoptada por los procesados. Por
eso mismo, no tiene la menor relevancia (vid. el medio citado) que, por
ejemplo, el declarante diga que la declaración de independencia, que se retransmitió
por Televisión, sólo era una declaración política
(¡).
Intencionadamente, me imagino, las
defensas equivocan, si siguen así, la estrategia, que no debería ser otra que
conseguir la absolución o la menor pena posible, porque los procesados están inmersos
en un gravísimo problema jurídico, que desgraciadamente para ellos no va a ser
solucionado con criterios políticos. Contra antes lo comprendan, mejor
resultado obtendrán.
Valentín Cortés
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