Jueves 27 de Diciembre de 2018
“El pacto de la vergüenza”
Todos los periódicos digitales recogen
las declaraciones de Dª Susana Diaz quejándose de su desalojo del Gobierno de Andalucía
por un pacto que ella llama de la vergüenza,
porque incluye a un partido político que califica de “extrema derecha”.
Los políticos son, posiblemente, las
personas que más fácilmente manipulan el Derecho; así, lo vemos de continuo con
el art. 99 de la Constitución -y los correspondientes arts. en los distintos Estatutos
de Autonomía-, que establece que el Congreso de los Diputados, por mayoría absoluta,
es el órgano que otorga la confianza o no al candidato a la presidencia de Gobierno
que propone el Presidente la de la Cámara, que de esta manera queda designado
como tal. Nada se dice de cómo se debe componer esa mayoría absoluta. Sólo está
el art. 6 de la Constitución que obliga a que los partidos políticos (y por
ende, los grupos parlamentarios) tienen un único límite en el ejercicio de sus
actividades: el respeto de la Constitución. Algo tan unívoco es interpretado
milagrosamente de forma equívoca, según convenga al intérprete del momento.
Si Vox, partido al que se refiere
la Sra. Dª Susana Díaz, respeta la Constitución, el pacto parlamentario en
el Parlamento de Andalucía, no es de vergüenza: es doloroso para ella, pero
constitucional y estatutario. Si no respeta la Constitución, el pacto no es de
vergüenza, es anticonstitucional. Este es el único baremo que aplicar a la infinidad
de pactos políticos que se llevan a cabo en España para conseguir gobernar,
desde un ayuntamiento a la Nación. Todo lo demás son distorsiones interesadas y
políticas de la Constitución.
Valentín Cortés
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