Lunes 24 de Septiembre de 2018
El método y el caos
Tantas veces he hablado de la necesidad
de analizar bien la naturaleza del problema para aplicar, en su solución, el método
adecuado, que puedo parecer aburrido, pero dado que, tal como hemos comprobado
la semana pasada, parece ser que algunos
políticos no han aprendido evidentemente en sus estudios lo suficiente sobre la
necesidad del método, me parece oportuno insistir ahora en el tema.
Dice el Presidente de Gobierno (vid.
la prensa de esta mañana) que en Cataluña hay que aplicar la solución política canadiense
de Quebec, culminando el rosario de opiniones de ministros y demás autoridades
que apuntan a la solución política del “tema catalán” (el indulto de los presos
es una solución política, máxime cuando se habla de ella antes de la necesaria
condena judicial).
El desenfoque metodológico del
Presidente proviene de sostener que el problema de Quebec era de la misma naturaleza
que el problema catalán, obviando el detalle de que allí no hubo rebelión o, si
queremos, sedición, ni comisión de una retahíla de delitos que ahora están
investigando los tribunales y que, en un tiempo, serán juzgados. Difícilmente
eso es un conflicto político, pues es
claramente un conflicto jurídico que,
en aplicación del método científicamente adecuado, llevaría al Presidente y ad lateres a no poder invocar ahora soluciones
políticas.
Buscar y aplicar una solución metodológicamente
inadecuada no sólo no soluciona el problema concreto, sino que puede agravarlo considerablemente.
Por eso, si se quieren aplicar soluciones políticas, hágase, pero, primero, hay que solucionar el problema jurídico,
y cuando esté solucionado, segundo,
hay que buscar, invocar y aplicar las
soluciones políticas que admita el Derecho y aplicarlas tal como lo admita el Derecho.
Todo lo demás es el caos.
Valentín Cortés
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