Lunes 25 de Junio de 2018
La
avalancha inmigratoria
Lo que caracteriza a esta avalancha
inmigratoria, sobre otras muchas consideraciones que se salen de nuestro ámbito,
es que se trata de inmigración ilegal.
Siendo así, lo que queda al descubierto,
por lo que a nosotros concierne, es que la regulación legal en España en la
materia es no sólo insuficiente, sino contraproducente, pues lo que produce, lo
vemos todos los días, es, a muy corto plazo, el efecto llamada, ya que debe ser un lugar común, en esos círculos
migratorios, que el procedimiento administrativo
de admisión o rechazo de la entrada ilegal en España, a la postre, se convierte
en la mayoría de los casos en entrada
(concedida o consentida) y no en expulsión.
Lo que facilita el movimiento del inmigrante ilegal por todo el territorio de
la Unión Europea, suponiendo normalmente una mejora sustancial de las condiciones
de vida del inmigrante (¡).
Nuestro legislador no había pensado
en avalanchas persistentes de inmigración ilegal; había pensado, sin duda, en
casos aislados. Aquel pensamiento ya no nos sirve. Y ahora, lo que el legislador
no puede pensar es que el problema se arregla con más centros de internamiento
o con más vigilancia. Hay que redefinir, pues, lo que es inmigración ilegal, para potenciar hasta el extremo lo que, entonces,
sería inmigración legal, conceptos
que nada tienen que ver con situaciones sociales y económicas del siglo pasado;
y una vez definidos, legislar adecuadamente y cumplir la ley.
Valentín Cortés
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