Jueves 29 de Junio de 2017
Un
furor reformista equivocado
Todos los medios digitales se hacen
eco esta mañana de las reuniones que los distintos líderes políticos han
mantenido entre sí, agrupados por afinidades políticas o, simplemente, por
fobias políticas. Estos han acordado modificar la Constitución ( para lo que
no tienen los votos necesarios), la ley electoral, derogar la reforma laboral y
tantas otras leyes promulgadas en la penúltima legislatura por la mayoría del Partido
Popular( para lo que sí los tienen). Aquellos no se ponen de acuerdo en lo básico
de la ley que fijará el techo de gasto para 2018.
Pues bien, con excepción de la Ley
de presupuestos para 2017 y la adaptación de una serie de directivas europeas a
la legislación nacional, y alguna que otra ley menor, el Poder legislativo, básico
en el Estado de Derecho, muestra una inacción constatable en esta legislatura y
en la anterior; lo que ciertamente, debería preocuparnos. La preocupación es aún
mayor cuando esos líderes, en su caso, se ponen de acuerdo fundamentalmente en
derogar y en modificar, pero no nos dicen con qué legislación piensan sustituir
las leyes derogadas o modificadas.
Ahora que celebramos los 40 años de
feliz democracia, se hace, más que nunca, necesario pensar qué se debería
cambiar en nuestra vida política, para que el Poder Legislativo fuera eficaz en
el cambio y en la construcción de nuestro ordenamiento jurídico para adaptarlo
a los tiempos actuales y no en la simple
destrucción del existente.
Valentín Cortés
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