Viernes 30 de Diciembre de 2016
¡Siempre
nos quedará el Sr. Homs!
James Goldschmidt, el gran
procesalista alemán del segundo tercio del siglo pasado, mantenía que el
proceso era un conjunto de situaciones jurídicas, donde las partes tienen posibilidades,
poderes, facultades, cargas, y expectativas y perspectivas de sentencia o resolución
judicial favorable. Lo digo porque el Sr. Homs, ante la situación creada por al
auto judicial que lo imputa formalmente de prevaricación y desobediencia, tenía
la posibilidad de recurrir; dice que no lo hará porque quiere “reservar toda la artillería para el juicio”.
Realmente no reserva nada, porque
si ahora no recurre no podrá hacerlo más adelante; es decir, el Sr. Homs no
tiene expectativa alguna de que no lo juzguen, que es de lo que ahora se trata,
por eso, para esconder esa situación, se va a lo épico-bélico.
Si cuando llegue al juicio, saca la
“artillería” y dice, como ayer dijo (“el
juez no ha entendido nada” de lo que los independentistas están haciendo),
mucho me temo que no aprovechará bien las posibilidades, facultades y poderes
que le ofrece el Derecho, incluso, a quien se vanagloria de incumplirlo y violarlo
y me temo igualmente que sus expectativas de sentencia absolutoria serán muy escasas por no decir
nulas.
Valentín Cortés
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