Jueves 12 de Mayo de 2016
Las “maravillas” de la política catalana.
El problema de los nacionalismos y
del pensamiento de extrema izquierda, (que ayer afloraron en los medios de comunicación
con un proyecto de constitución catalana y las declaraciones de la diputada
Gabriel) es que chocan abiertamente con la estructura, por supuesto política,
pero igualmente jurídica de Europa y más concretamente de España.
Por quedarnos en el plano de
nuestro blog, que es obligadamente jurídico, nos damos cuenta que prácticamente
la mitad del electorado catalán choca abiertamente con la legislación de la Unión
y, por supuesto, con la legalidad constitucional española.
Dudo mucho que ese proyecto de constitución
catalana superara la prueba de su adecuación a los tratados de la Unión e incluso
de la Declaración Universal de Derechos Humanos (de lo que hablaremos cuando el
tema sea más definitivo). Y nada digamos de la “brillante idea” de extrema izquierda
de que los hijos, esa es la idea que mantiene esa señora, “deben ser educados por la
tribu” (sic), “porque así no hay
sentimiento de pertenencia de un hijo, sino que son hijos e hijas (sic) que los
has tenido tú y parido tú con los demás” (sic). Nada más incompatible con
la idea de persona de la Declaración citada y del concepto de persona que se desprende
de los arts. 10 y ss de la Constitución, explícitamente incardinada en la
familia (art. 18, 27.4, 32.2, 39 Constitución).
Se me ocurre pensar que la reforma constitucional,
que idean algunos partidos, no es solución suficiente, ni eficaz, para atajar
estas desviaciones.
Valentín Cortés
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