Martes 2 de
Abril de 2013
Plagio.-
Hoy publica
la prensa una noticia que, posiblemente, no será objeto de mucha atención por las personas que siguen día y día la vida de
este país.
Yo la
traigo a mi blog porque no me puedo desprender de mis años de Catedrático ni de
los que llevo dedicado al Derecho. Un Catedrático de Universidad, según la
noticia, ha sido condenado por plagio en sentencia firme.
Así como
para el Juez lo peor es caer en la prevaricación, y es apartado de la carrera
por eso, lo peor que puede hacer un Catedrático o un investigador es plagiar,
es decir, copiar a alguien el producto de su investigación y presentarla como
si fuera propia. Se engaña él, engaña a la sociedad, defrauda la esencia de la
enseñanza y la investigación y, si como en el caso que relata la prensa, ha
plagiado a una discípula, el engaño se multiplica, y no deja de multiplicarse,
pues ha defraudado la confianza y la lealtad que un discípulo tiene en su
maestro. El mío, Emilio Gómez Orbaneja, me contó en una ocasión que cuando
recibió un ejemplar de un libro de un aspirante a colega, le contestó: “me ha gustado por segunda vez el trabajo
que me ha enviado; la primera vez, cuando lo escribí; la segunda, cuando ahora
lo he vuelto a leer “. Me consta que aquel colega no se dio por aludido.
El
plagiario no merece sino nuestro rechazo.
Valentín
Cortés
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