Viernes 13 de Marzo de 2020
El coronavirus y la Justicia
Cualquier persona que conozca,
aunque sea mínimamente, la situación espacial en la que se desarrolla la Administración
de Justicia puede comprender que los Juzgados y Tribunales, por la afluencia de
gente diaria y por su concentración, son, en su inmensa mayoría, centros de un
certero contagio por el coronavirus para los funcionarios y para los
ciudadanos.
Cerrar los juzgados y tribunales es
una medida de un coste económico y social incalculables, pero es evidente que
estamos en una situación de gravedad incontestable en materia sanitaria.
En este sentido, la decisión (vid.
la prensa digital de ayer y de hoy y la reacción de los profesionales y asociaciones
afectadas) del Consejo General del Poder General de no ordenar el cierre temporal
de Juzgados y Tribunales, me imagino, ha sido meditada y se habrán sopesado los
inconvenientes y las ventajas; pero, dadas las circunstancias, todo indica que
no se han tomado en cuenta los perjuicios sanitarios que ello conlleva, que, bajo
mi opinión, deben prevalecer al tomar la decisión.
Cerrar los juzgados y tribunales no
significa que la Administración de Justicia se paralice, pues hay infinidad de
actos que se pueden hacer telemáticamente y que, de hecho, en la actualidad se ejecutan
de esa manera.
En mi opinión, el Consejo General
del Poder Judicial debería rectificar su decisión.
Valentín Cortés
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