Viernes 17 de Junio de 2016
El
evanescente lenguaje jurídico de los políticos.
Lo más importante de la Ciencia del
Derecho es que los conceptos que maneja, si se quiere conseguir con la norma jurídica
la certeza y seguridad, no pueden ser equívocos, sino que tienen que ser unívocos.
El político usa el lenguaje jurídico
o meta jurídico según le conviene, dándole en cada caso el significado que le
interesa. Mucho hemos hablado del acusado, imputado, investigado, procesado, conceptos
tan manoseados que ya no sirven para nada, ni designan nada: todo depende de lo
que quiera el político de turno en el momento.
Ahora, el Sr. Rivera ha introducido
para acompañar al concepto corrupción -(al
que también han relativizado los políticos, pues sólo es corrupto quien se
lleva el dinero, no quien malversa, lo distrae para sus fines políticos, y un
largo etc.)- otro concepto tan evanescente que es imposible aprehenderlo, pues es
tan subjetivo, que incluso la misma persona puede utilizarlo por la mañana con
un contenido y por la tarde con el contrario. Ha dicho (pueden leerlo en toda
la prensa digital de hoy) que no facilitará el Gobierno a Rajoy ni a nadie del
PP que estén bajo sospecha de corrupción.
Me parece muy bien que el Sr.
Rivera haga lo que quiera, pero creo que no debería utilizar ese lenguaje que, más
que dar certeza y seguridad jurídicas, nos pone ante la arbitrariedad más
solemne que jamás haya podido oír. Me puedo preguntar qué entiende el Sr.
Rivera por corrupción y qué entiende por sospecha; posiblemente lo que le
convenga en cada momento.
Valentín Cortés
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