Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

jueves, 13 de septiembre de 2018


Jueves 13 de Septiembre de 2018 

El plagio

No puedo ni me interesa, en este blog, opinar si el Sr. Sánchez debe dimitir o no, dado lo publicado esta mañana por ABC. Lean, pues, los periódicos, vean las televisiones y oigan las emisoras de radio y saquen sus propias conclusiones.

Pero, como Catedrático de Universidad y jurista en activo durante tantos años, sé que si un doctorando presenta una tesis en las condiciones que dice ABC la presentó el Sr. Sánchez, esa tesis no se habría defendido ante un tribunal porque, fuera de cualquier calificación y comentario que se quieran hacer, esa tesis no es un trabajo de autor y, además,  un trabajo inédito, que es lo único que se exige para que alguien defienda su tesis ante un tribunal, amén de la calidad técnica en la que, lógicamente, sólo puede entrar el especialista.

Si es como cuenta ABC, no se comprende cómo la tesis superó las distintas cribas a la que está sometido cualquier trabajo de tesis antes de ser admitido como tal, cómo fue defendida como proyecto de tesis doctoral y premiado con la máxima calificación.

En todo este tema, lo único que me preocupa es la Universidad y cómo queda ante la sociedad. Por eso es tan importante que se conozcan, no la verdad que quieran contornos, sino los datos concretos que confluyen en el caso, para que podamos sacar nuestras conclusiones sin que nadie nos la impongan.

Valentín Cortés

miércoles, 12 de septiembre de 2018


Miércoles 12 de Septiembre de 2018
 
Copyright
Todos los medios de información hacen mención hoy de la aprobación por el Parlamento Europeo de la nueva Directiva que regula los derechos de autor en la Unión Europea. Bienvenida sea, pues no se puede argüir la libertad de información frente a la vulneración del derecho a la autoría, por mucho que esa vulneración venga camino internet y pueda afectar no tanto a éste, como a la manera de concebirlo.
 Lo más importante, según mi opinión, es que se recortan las posibilidades de que se vulneren los derechos del autor de textos u obras intelectuales frente a la copia de otros, con provecho o sin provecho, que al autor poco lo importa. Porque lo importante es saber que el “derecho a copiar” (¡que, por cierto, no es el copyright!) no existe; lo que existe es el derecho a utilizar el pensamiento de otro siempre que se respete la autoría, lo que se traduce, en la mayoría de las ocasiones, en el reconocimiento de la misma y, también, en la compensación económica).
Esta noticia se produce cuando en España estamos en plena batalla por las copias en obstención de doctorados (véase la prensa de hoy), másteres, realización de exámenes y demás pruebas académicas, que empequeñecen a nuestra sociedad, la reflejan, y nos avergüenza. Porque una de las pocas verdades académicas que existe es que donde hay copia no puede haber autoría
Valentín Cortés
 

martes, 11 de septiembre de 2018


Martes 11 de Septiembre de 2018


La Universidad del pasado

Hoy (quizá, mañana), que no quiero opinar sobre la llamada “diada”, que tan flaca anda de historia y gruesa de manipulación, tengo que referirme a otro caso en el ámbito de la política, en candelero, como el  de la obtención de másteres universitarios en circunstancias anormales.

Para el público que vive fuera del ámbito de la Universidad, en el que todavía ser Doctor, Catedrático o haber obtenido un Master, se sacraliza hasta el extremo, es un escandalo lo que se sabe o se anuncia en los periódicos. Para los que hemos estado muchos años en la Universidad, todo esto se convierte en una vergüenza y en un desdoro general que nos afecta, para colmo, con efectos retroactivos.

La España de la corrupción, que afloró en los años finales del siglo y primeros de éste, no tenía límites en los campos de actuación y los corruptos requerían lo que no tenían: dinero, poder y, los más acomplejados, títulos.

Hasta que no se pronuncien los jueces yo no opinaré de los casos concretos, porque no tengo datos, pero sí sé que, lo que cuentan los medios de información, era demandado por una determinada clase de público y que, me imagino, algún profesor cayó en la estupidez de “no venderse, regalarse” (Unamuno dixit).

Valentín Cortés

lunes, 10 de septiembre de 2018


Lunes 10 de Septiembre de 2018

 

Nuestra vuelta

Después de un poco más de dos meses de descanso en nuestro blog, la vuelta se hace especialmente cansina, no tanto por el esfuerzo que significa estar día a día opinando jurídicamente de lo que pasa en nuestro país, que a pocos interesa, como de comprobar que todo sigue igual o quizá peor.

El gran problema de España, que es, sin duda, la crisis catalana, sigue peor porque el Gobierno de la Nación no sólo no lo resuelve, sino que, desgraciadamente, equivoca el método para resolverlo, como se equivoca de método para la solución del problema de la inmigración ilegal. Ya lo dijimos el ultimo día del curso pasado: los problemas legales o jurídicos hay que resolverlos con medios jurídicos y empleando el método jurídico; lo hace el Tribunal Supremo (por ejemplo, ha rechazado de plano una recusación en bloque de los magistrados que han de juzgar a los presuntamente rebeldes, que es claramente fraudulenta y que mira más al exterior que al interior), pero no lo hace el Gobierno que se empeña en soluciones políticas. La política nada tiene que ver con el problema catalán ( ni con el de la inmigración ilegal), que se circunscribe al Código penal. Pero quizá eso no es agradable de oír a los políticos que, por naturaleza, piensan que el mundo se acaba allí donde ellos no llegan ni con la vista ni con el olfato.

En cualquier caso, bienvenidos de nuevo a este blog.

Valentín Cortés

viernes, 6 de julio de 2018


Viernes 6 de Julio de 2018

Fin de curso

Hoy damos fin al sexto periodo, curso o temporada (si siguiéramos la terminología de las series de televisión) de nuestro blog. Yo prefiero llamarlo curso, porque no abandono mi querencia universitaria; un curso que empezó el 11 de septiembre de 2017, primer día de trabajo después del día 7 de ese mes, que es cuando comenzamos, y que termina hoy que es el último día de trabajo antes de San Fermín, que venturosamente será mañana, que es cuando terminamos los cursos.

Empezábamos el curso hablando del Sr. Puigdemont y de su tendencia irrefrenable a la violación de la Constitución. Hoy, al final de curso, el Sr. Puigdemont no existe políticamente, sólo existe como sujeto pasivo de la instrucción penal del Tribunal Supremo. Hoy acabamos hablando del Sr. Torra y del Presidente del Parlamento catalán, quienes, aprobando la moción parlamentaria de ayer en defensa de la ilegalidad (por cierto, recurrida por el Gobierno al Tribunal Constitucional, vid. la prensa digital de esta tarde), inician el imparable camino a la inexistencia política para seguir, a poco que se esfuercen, milimétricamente los pasos del Sr. Puigdemont y demás procesados.

La lección, que deben tomar los que han pensado y pretendido que las cosas, en el tema catalán, habían cambiado con el cambio de Gobierno, es que los problemas jurídicos sólo tienen tratamiento jurídico, que, en este caso, es constitucional y penal. Resuelto este problema con el método adecuado cabrá hablar, dialogar o incluso pactar

Hasta el 10 de Septiembre y que pasen una buenas vacaciones.

Valentín Cortés

jueves, 5 de julio de 2018


Jueves 5 de Julio de 2018

Un orden del día para perder

La prensa de hoy (por ejemplo, www.europapress.es) destaca lo que se podría considerar el orden del día de la reunión que van a mantener el Presidente del Gobierno con el de la Generalidad. Todo indica que es un orden del día preparado por el Sr. Torra quien ha manifestado que su encuentro con el Presidente girará en torno, al parecer, a un único punto: cómo culminar el ejercicio del derecho de autodeterminación que empezó con el referéndum de 1 de Octubre.

Los que hemos estado muchos años ejerciendo la abogacía sabemos la importancia que tiene el orden del día (y su elaboración) en las juntas o asambleas de las entidades y organismos, y podemos aventurar que el Presidente de Gobierno (es decir, la sociedad y el Estado español), saldrá perdedor de esta reunión. El presidente de Gobierno, por lo que sabemos, acepta el orden del día del Sr. Torra y tendrá, me imagino, que gastar una gran energía en negar que se culmine nada, pues nada empezó, que se pueda ejercer un derecho que no existe (el de autodeterminación) y que el 1 de Octubre existiera algo parecido a un referéndum. Para lo demás no quedarán fuerzas.

La experiencia de que hablamos nos demuestra que, en esas reuniones, o no se resuelve nada o gana el que ha propuesto un punto del orden del día que es, como en este caso, un imposible factico y jurídico que, inocentemente, es aceptado por la contraparte. En ambos supuestos pierde el Estado.

Valentín Cortés

 

miércoles, 4 de julio de 2018


Miércoles 4 de Julio de 2018

A veces no se puede hablar de todo

Si el Sr. Borrel, que es Ministro de Asuntos Exteriores, leyera este blog, seguramente no hubiera manifestado su sorpresa sobre que exista alguna causa que impida al Gobierno hablar de un referéndum ilegal para decidir la secesión de una parte del territorio nacional (vid. www.europapress.es). Para el Ministro, obviamente, se puede hablar de todo y, si ha leído mi opinión de ayer, es manifiesto que no está de acuerdo con ella.

Porque, ni dando al termino hablar (que cuando no se habla en soledad, se convierte en conversar o dialogar) su sentido mas restrictivo, similar por tanto al cruce de  meras manifestaciones de un pensamiento, cabe que un Presidente de Gobierno de la Nación hable, converse o dialogue, en ese sentido estricto, de la posibilidad o necesidad de utilizar mecanismos que violan de forma clara la Constitución, como tiene declarado el Tribunal Constitucional, máxime interprete de la Constitución.

El Presidente de Gobierno no puede, pues, aprobar un orden del día donde se hable, dialogue o converse de esa propuesta, porque sería un orden del día ilegal e inconstitucional; y si, por ventura, no hay orden del día y el Sr. Torra habla de esa cuestión, es claro que el deber constitucional del Presidente de Gobierno es acabar con la conversación de forma inmediata. De modo que a veces no se puede hablar de todo.

Valentín Cortés