Jueves 29 de Octubre de 2020
La perversión del Estado de
Derecho
El Ministro Sr. Illa, que hoy ha intervenido
en el Congreso para que se apruebe el plan del Gobierno para prorrogar el
estado de alerta, ha pedido al PP que lo haga para -no cito literalmente-
demostrar que no es un partido de extrema derecha y que lo es de Estado. El
Ministro, pide, pues acatamiento, obediencia, pues no admite, es evidente, la
discrepancia y menos la fundada en razones legales.
Toda persona, en un momento de emergencia
sanitaria como la que vivimos (o en cualquier otro de gravedad social), tiene
la tendencia natural a dejar de lado las formas y las exigencias legales, pues
lo importante -pueden pensar- es salvar vidas y no poner obstáculos para ello.
Hay, pues, que obedecer y aceptar en todo caso lo que se disponga. ¡Creen que la Ley es un obstáculo!
Yo me siento obligado, y
legitimado, para advertir que esa tendencia natural puede suponer, de admitirse
sin más, una perversión del Estado de Derecho que conduce inexorablemente a su
eliminación como ha demostrado la historia de forma machacona. Por ejemplo, Mommsen,
en su Historia de Roma, cuando estudia la Fundación de la Monarquía Militar,
se preguntaba: ”¿No se trabajaba a las claras para suprimir la constitución antigua
de Roma y por reemplazar suavemente el sistema actual de gobierno y de administración
por las formas de la monarquía? Y se
responde en tono irónico y crítico: “pero
era necesario obedecer, y se obedeció” (ed. Turner, Madrid, 1983, vol.VII, pag.432-434);
y más adelante en la pág. 434 :”El Senado estaba abatido y tuvo que resignarse”(…)
todo el cuerpo senatorial se entregó a discreción a los Triunviros”. Y todo
eso, tras tildar a los senadores de rebaño. Esto pasaba en los tiempos
de Craso, Pompeyo y Cesar.
Valentín Cortés
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