Lunes 18 de Septiembre de 2017
Un
“proceso” con un fin menos incierto
Se está dibujando día y día el
panorama jurídico que quedará, según mi opinión, tras el uno de Octubre, fecha elegida
por el independentismo catalán para que eclosione el llamado “proceso”.
La comisión sin cesar de delitos
por parte de las autoridades catalanas, cada vez de mayor gravedad, pues
recordemos que el descubrimiento de malversaciones de caudales públicos es continuo,
dará lugar a un escenario de procesos penales que dejará a una buena parte de
esas autoridades sin futuro político y un considerable y penoso futuro penal,
en el mejor de los casos.
La toma de control por parte del
Estado de las cuentas de la Generalidad por la aplicación de la legalidad
vigente( que curiosa pero lógicamente ha dado lugar a un recurso ante el Tribunal
Supremo de la Generalidad, pidiendo la suspensión cautelar de la medida: www.europapres.com) muestra el camino nada conflictivo en lo político de la toma de
otras competencias autonómicas por la vía de otras leyes ordinarias( como por
ejemplo, la de Seguridad Nacional) o la, cada vez menos engorrosa y molesta,
del art. 155 de la Constitución, todo ello por la aceptación ciudadana, parece
ser muy mayoritaria ahora (vid. el giro en este aspecto que ha dado el PSOE, según
la prensa digital de hoy), y, dentro de unos días, por la exigencia prácticamente,
me temo, unánime de los ciudadanos de este país, de poner fin a ese estado de
cosas delictivo en el que se ha convertido la Generalidad catalana.
Según mi criterio quedaría por
aclararse si esta tremenda crisis dará lugar a una modificación de la Constitución
y si esa modificación en su caso nos llevará o no a una mayor centralización de
competencias en manos del Estado. Todo dependerá del grado delictivo que alcance
el “proceso”
Valentín Cortés
Cataluña pierde mucho dinero y lo peor es que en España la gente deja de comprar productos Made un Catalunya. Cada uno se defiende como puede. Allá gritando y agitando la calle y aquí complaciendo sus deseos de dejarles que paguen el precio de su querida independencia como lo hacen todos los hijos que se van de casa.
ResponderEliminarEl tema catalanismo exacerbado no tiene arreglo. Jamás llegará el día en que reflexionen o reconsideren su postura excepto que se den cuenta de que dicha postura no les favorece económicamente, que los inversores no querrán invertir allí sin la seguridad jurídica del estado español y que nosotros ( los de a pié) dejamos de comprar en el Mercadona y/o similares los productos que los catalanes exportan a España.
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