Los desahucios.-
Cunde la
idea en la sociedad española (así se desprende de los medios de comunicación) de
que los desahucios son malos y que es justo evitarlos; los moderados y los
extremistas difieren en el método de hacerlo, pero coinciden que son insoportables.
Los políticos se están contagiando y así se oye a unos y a otros expresar la
idea con más o menos populismo.
Yo creo que
los desahucios no son ni buenos ni malos: son la consecuencia jurídica -
judicial del incumplimiento de obligaciones, que alguien haya podido asumir, y
del quebranto del derecho que alguien tiene frente al desahuciado.
La
seguridad y certeza del Derecho, fundamentales en una sociedad que se precie,
no admiten que se mantenga como principio de convivencia algo tan antijurídico como que
no es preciso, necesario, conveniente, ni justo que se tutelen los derechos y
se cumplan las leyes.¡ Eso es lo que están pidiendo todas esas voces,
posiblemente, sin saber lo que piden!
Lo doloroso
de la situación, a lo que soy sensible, debería propiciar que el Estado tomara medidas sociales que, en ningún caso,
deben pasar por el desconocimiento del derecho que alguien pueda tener frente
al desahuciado. Porque es misión del Estado proteger los derechos y también asistir a las necesidades sociales.
Valentín
Cortés
Coincido plenamente con usted, Prof. Cortés. Pero probablemente la reacción social haya sido debida a una desafección ciudadana creada ante una situación que es a todas luces dolorosa para los sectores más desfavorecidos y que ven cómo sus acreedores se han aprovechado de una serie de ventajas que ellos ahora no tienen y por lo tanto que los sacrificios no se están repartiendo equitativamente. El Derecho es un instrumento que sirve en la medida en que sirve, cuando es reconocido y aceptado como elemento regulación pacífica de intereses contrapuestos.
ResponderEliminarLo siento mucho, pero ni social ni leches. Yo no me he comprado un piso porque con el sueldo que ganaba no podía, porque no quería poner de avalistas a mis padres, porque no ganaba en negro etc. Ahora resulta que como, "pobrecito de mi", me compré un piso (existe el alquiler)y no puedo pagar, es injusto que me lo quiten. Si esto sigue adelante no pienso pagar las tarjetas de crédito del super, ni la gasolina del coche, ni las vacaciones, ni la ropa..."es que es necesaria y no puedo pagarla", que me entiendan. Es verdad que la ley puede estar anticuada, ser injusta frente a las garantías personales además de las hipotecarias, pero no jodamos, si no pagas no puedes salirte de rositas y eso es así, que Dios nos pille confesados. Sobretodo a los abogados a los que contratarán y nadie pagará.
ResponderEliminarNuestra CE garantiza la seguridad jurídica que deberá ser protegida en todos los ámbitos incluido, como no puede ser de otra forma, el de las relaciones privadas, pero con todos los respetos ni su comentario ni su tono se corresponden con el contenido y el animo del blog del Prof. Cortés. (Sin-Tesis)
ResponderEliminarNO se engañe Sin Tesis, mi comentario no iba contra el del profesor Cortés, sino contra el primer comentario en el que invita, con sus palabras a que el derecho pueda, de alguna manera, interpretar los contratos en base a la situación social actual. Nadie puede decir "Pero probablemente la reacción social haya sido debida a una desafección ciudadana creada ante una situación que es a todas luces dolorosa para los sectores más desfavorecidos y que ven cómo sus acreedores se han aprovechado de una serie de ventajas que ellos ahora no tienen y por lo tanto que los sacrificios no se están repartiendo equitativamente" sin estar justificando el no cumplimiento del contrato y si no, aclaremelo.
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