Viernes 21 de Febrero de 2020
La reforma penal como síntoma
El descontrol que pueda sufrir el
Gobierno de coalición me interesaría en mi vertiente política, pero no en este
blog, que el lunes cumple siete años ininterrumpidos de publicación y que,
desde el principio, prometió ser de opinión jurídica y no política.
Pero ese descontrol, que
evidentemente existe, afecta a la materia jurídica que el Gobierno pretende
tocar o modificar. Y por eso publico esta opinión.
Que sepamos se pretende legislar penalmente
en materia de sedición y rebelión (con el fin declarado de recortar las penas
de los ya condenados), de piquetes coactivos en las huelgas (llamados
sindicalmente, informativos) (con el fin de justificar la coacción contra
el derecho al trabajo) y de libertad sexual(cuyo fin no he logrado todavía
saber), y parece ser que hay una carrera a ver que partido coaligado es más rápido
en la transformación de la realidad penal.
Pero es lo cierto que el Código Penal, aunque
no lo parece[VCD1] , debe tener una unidad en los fines, en la
técnica y en la ideología, que no se conseguirán con esta técnica legislativa
que, además, y de eso se trata, parte, precisamente, de ideologías distintas y,
por consiguiente, de defensa de principios distintos.
Quizá el Ministerio de Justicia (socialista)
quiera hasta ahora poner trabas a tanto dislate de técnica legislativa; pudiera
ser que buscara que no sea evidente la finalidad personalista de la reforma de
las penas y tipos penales de sedición y rebelión, que, a la postre, será un
gran obstáculo constitucional para la validez de aquellas.
Valentín Cortés
[VCD1],
debe tener una unidad que difícilmente se consigue legisladon en leyes
distitntas loo que en definitiva son condictas que se suponen son típicas o dejan
de serlo pebnalmente,.
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