1 de Julio de 2019
La probidad constitucional
No hay ninguna norma escrita en la Constitución
que obligue a sus actores a ser probos constitucionalmente en su manejo
y aplicación. Pero lo mismo que es fácil comprender que sin lealtad constitucional
es difícil que el Estado pueda funcionar bien, sin esa probidad que reclamamos
es igualmente difícil que la maquinaria estatal funcione tal como se la imaginaron
los constituyentes.
Todo esto viene a cuento de que
hace ya mas de dos meses que los españoles fuimos a las urnas para elegir
Parlamento; y que hace bastantes semanas que el Rey propuso al Sr. Sánchez como
candidato a la investidura de Presidente de Gobierno. La probidad se echa en
falta en la Presidente de las Cortes y en el Presidente interino de Gobierno
que alargan, al unísono, los plazos sólo contando con el interés del segundo
que la primera secunda con fidelidad.
Por eso, de estas crisis debería
salir una regeneración constitucional que, para el futuro nos diera una ley electoral,
o incluso una Constitución, que nos permitiera tener presidente de Gobierno,
una vez celebradas las elecciones, en el plazo menor posible, fuera en todo
caso de manejos partidistas. Al menos seriamos probos, ¡aunque fuera a la
fuerza!
Valentín Cortés
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