Martes 27 de Junio de 2017
De nuevo sobre las comisiones de investigación
parlamentarias
La primera sesión de la Comisión de
investigación en el Congreso, que trata de las finanzas del Partido Popular, y
en la que comparecía el Sr. Bárcenas, ha demostrado lo que ya aventurábamos en días
pasados sobre las comparecencias de investigados, por los mismos hechos, ante
órganos judiciales. Este Sr. guardó silencio y habló cuando quiso.
Se confirmó, pues, que esas Comisiones no sirven para el fin que tienen,
y, si acaso, que pueden ser útiles para machacar políticamente al adversario,
como se demostró en las alocuciones de los interrogadores. Lo que da idea de la
falta de utilidad seria de estas Comisiones, llamadas de investigación,
precisamente porque es inútil investigar cuestiones que ya lo han sido por la
Justicia.
Pero la sesión de ayer,- se pueden leer
resúmenes en toda la prensa-, nos deparó igualmente la sorpresa-confirmación de
la escasa formación constitucional de nuestros diputados (cito aquí al Sr. Cantó
y la Sra. Montero, de Ciudadanos y Podemos, respectivamente) que mostraron un especial
desprecio por el derecho constitucional a no declarar, que existe aunque no le
pueda interesar a esos diputados y que, entre otras cosas, significa que no se pueden
sacar conclusiones incriminatorias para el que guarda silencio. Por eso, la alusión
de la Sra. Montero a “gallo que no canta, algo tiene en la garganta” es
simplemente una “barbaridad” jurídica y constitucional dicho en forma de refrán
popular. Como lo son algunos de los comentarios de periodistas e editoriales,
que se conforman de mala manera con este derecho.
Valentín Cortés
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