Lunes 1 de Junio de 2015
Las churras y merinas nacionalistas
La sociedad española es ignorante; la ignorancia tiene un efecto
perverso que consiste en que no se es capaz de analizar los hechos y, por
tanto, se incide en ellos sin importar su naturaleza y sus consecuencias, que
se desconocen.
Los políticos españoles, al menos a los que me refiero, se amparan en
el aforamiento y en la inmunidad parlamentaria, para, sin ignorancia, confundir
a la sociedad en su pertinaz manía de la ignorancia.
Pitar el himno nacional, de forma consciente como se ha hecho en la
final de la Copa del Rey, es un delito (art. 543 Código Penal), porque es un ultraje a un símbolo de España.
Es, además, una actuación que concita el odio y es muestra de una intolerancia
ramplona (art.2.2.d 7 de la Ley 9/2007 de violencia, racismo, la xenofobia y la
intolerancia en el deporte). ¡Y que decir de la pancarta!
La sociedad ignorante ( que sabe que hay churras y merinas, pero que
no sabe qué es una churra y qué es una merina) cree que la comisión de un
delito o la infracción administrativa entran dentro de la libertad de expresión,
y eso es lo que le enseñan los políticos y autoridades nacionalistas, que,
olvidando sus juramentos o promesas de cumplir la Constitución y las leyes y
hacerlas cumplir, parapetados en sus privilegios, engañan a los ciudadanos que,
lógicamente, les conviene seguir ignorantes.
¡A lo mejor había que ponerle remedio!
Valentín Cortés
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